Si algo tenemos claro es que unos hábitos saludables y una rutina de entrenamiento adecuada no se interrumpen en verano. A lo largo de estos meses, el día a día puede variar pero no existen excusas para abandonar el camino hacia nuestros objetivos. Por ello, adaptar el trabajo físico a las diferentes circunstancias es fundamental. Hoy te hablamos de 3 ejercicios de estiramientos para realizar en la playa. Aprovecha tu lugar privilegiado frente al mar para trabajar la flexibilidad y favorecer el equilibrio mente cuerpo. ¿Te animas?
Seguro que también te apasionan esos largos días de playa en los que ves desaparecer el sol y puedes disfrutar del frescor del atardecer. Aunque actualmente vivimos una situación sanitaria y social que nos impide el pleno disfrute de ciertas actividades, muchos tienen la opción de ir a la playa y gozar de un momento de desconexión. Quizá no sea tan sencillo practicar rutinas deportivas como hasta ahora veníamos haciendo pero, ¿qué impide realizar algunos ejercicios más suaves desde la toalla? Hoy te hablamos de 3 estiramientos para realizar en la playa. Estos no harán más incrementar tu bienestar y potenciar las sensaciones positivas de un día de playa.
3 Estiramientos para realizar en la playa
1. Siéntate sobre la toalla, flexiona las rodillas y junta las plantas de los pies en posición de mariposa. Asegúrate de alargar la columna como si tirasen de un hilo desde tu cabeza hacia el cielo. El cuello no se tensa y el mentón se dirige ligeramente hacia el pecho. Baja los hombros y rótalos ligeramente hacia atrás para una correcta postura. Pon las palmas de las manos sobre las rodillas y empújalas con suavidad hacia el suelo. ¡No hagas rebotes! Aguanta la presión unos segundos, suelta y repite de 3 a 5 veces. Nota, en cada exhalación, cómo se relaja la musculatura y permite superar las limitaciones que sentías al inicio del ejercicio.
2. Quédate en la misma posición de mariposa, con la columna alargada y los hombros en su sitio. Lleva las manos tras la espalda e intenta juntar las palmas. Una vez lo hayas conseguido, probablemente tus codos caigan hacia delante llevándose consigo los hombros. Sé consciente, rota los hombros hacia atrás y empuja los codos, como si quisieras que ambos se tocasen. Si no puedes juntar las palmas de las manos, haz lo que puedas y practícalo a diario hasta alcanzar el objetivo. ¡Te aseguramos que resulta muy satisfactorio! Finaliza este ejercicio dejando caer el tronco hacia las piernas y relajando la espalda.
3. Túmbate boja abajo, pon las palmas de las manos en el suelo junto al pecho, con los codos hacia arriba. Activa abdomen, glúteo y piernas y empuja para levantar el tronco del suelo en la postura de la cobra. Intenta alargar los codos. Si no puedes, es preferible que los mantengas flexionados, mejor alargarlos y subir los hombros hacia arriba. Estos deben permanecer, en todo momento, alejados de las orejas. Si dominas este ejercicio, puedes ir un paso más allá, ponerte de pie y llevar la espalda hacia atrás hasta lograr el puente. ¿Te atreves?
Si te interesa, puedes consultar nuestro post sobre Aspectos importantes para unos estiramientos efectivos.
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